Análisis de firmas o textos a través de fotocopias
El tema de cotejar o analizar firmas o textos a través de fotocopias está ahora de actualidad gracias a los medios, sin embargo es algo que se lleva haciendo desde hace mucho tiempo.
Para analizar o cotejar documentos fotocopiados, en primer lugar, hay que descartar las fotocopias de mala calidad (falta de tóner, muy oscuras, muy claras, etc.), cuando se tienen unas de buena calidad, es decir, que se ve perfectamente el texto o las firmas objeto de comparación, el perito calígrafo puede llegar a una conclusión firme, siempre y cuando haya suficientes datos para el cotejo, teniendo en cuenta, y mencionando, que hay detalles que no se pueden comparar, como son la presión, velocidad, superposición de trazos, etc., puesto que no se aprecian en la misma fotocopia, teniendo que añadir en su conclusión que la reafirmación de la misma tiene que ser complementada con la utilización posterior de los originales.
Un buen profesional siempre conoce sus limitaciones y las fotocopias definen esos límites, en función de ciertos parámetros y según las técnicas y conocimientos del profesional.
Lo que sí se seguro es que cuando se hace un informe sobre fotocopias, siempre debe quedar supeditado a que el mismo perito calígrafo analice posteriormente los originales (siempre y cuando se le permita), bien para definir mejor algunos detalles del informe o bien para ampliar más datos que confirmen su conclusión final. También el perito calígrafo debe hacer mención a que el análisis que realiza sobre fotocopias, lo hace suponiendo que las mismas no han sufrido una manipulación o montaje (algo que se vería en los originales).
No obstante, si ”no existen” los originales, como suele ocurrir con una frecuencia inusual, el perito, antes de emitir un informe, debe tener la total seguridad de poder reafirmarse en su conclusión final, en base a lo que aprecia en las fotocopias y a lo que puede demostrar, lógicamente, siempre y cuando no tenga ninguna duda, ya que el hecho de decir que hay un “tanto por ciento” de seguridad de que una firma está falsificada o es auténtica, es un término que no debe utilizar un perito profesional, puesto que, si hace el informe, se entiende claramente que está seguro de su conclusión, haya o no originales, sino, no podría llegar a una conclusión y por ello tampoco podría hacer un informe (o no debería).
Es necesario ser muy objetivo y estar muy seguro del trabajo que se realiza, sino es mejor no hacerlo. Los poco profesionales son los que, por desconocimiento de la técnica, no arriesgan y utilizan los “porcentajes”, para eludir, de cierta forma, su responsabilidad como perito calígrafo y de esta manera no reconocer su error, si lo tienen, sin embargo, lo cierto es que cobran por su trabajo.
(Artículo escrito por D. Luis Ángel Santa Cruz Simón)