Nadie cuestiona que esta situación a nivel mundial está cambiando nuestra vida tanto a nivel familiar como profesional o social. A nivel familiar lo más penoso es el fallecimiento de un ser querido y, siendo ya de por sí una situación dolorosa y difícil de asimilar, lo que uno menos espera es la sorpresa de ver un testamento que aparece a última hora y deja los bienes del fallecido a otra u otras personas que no se esperaba. Esto nos puede provocar una enorme “ira” en un primer momento seguido después de “dudas” que hay que despejar.
Actualmente con motivo de estos fallecimientos están apareciendo testamentos ológrafos (manuscritos), bien escritos totalmente a mano o únicamente firmados con un texto mecanografiado, dejando los bienes a otro heredero o a una entidad.
En unos casos la firma y el contenido pueden ser auténticos, pero también puede ser que el testador no estuviera capacitado bien sea física o intelectualmente para hacer ese tipo de testamento, por lo cual podría ser invalidado ante un juez.
¿Qué podemos hacer ante la aparición de un testamento manuscrito?
A partir de esa duda que genera la aparición de ese testamento inesperado, empieza la labor del perito calígrafo profesional y digo profesional porque están surgiendo “peritos” aficionados con apenas conocimientos de la materia que se ofrecen para realizar un peritaje caligráfico sobre la autenticidad de testamentos.
Ante cualquier duda respecto a la validez de estos testamentos hay que contactar con un profesional capacitado para analizar los mismos y pedirle un presupuesto sobre el trabajo que se desea que realice.
En la actualidad todo el trabajo que esto implica puede hacerse telemáticamente, sin necesidad de personarse en un despacho y sin importar la distancia a la que se encuentre dicho profesional, lo adecuado es pedir presupuesto detallado del trabajo que se realizaría y un ejemplo de cómo se haría, ya que esto es importante en el caso de que dicho informe hubiera que presentarlo en un juzgado, puesto que llegado el caso el perito calígrafo tendría que ratificarse en un juicio.