¿Cómo elegir a un perito calígrafo?

 

En primer lugar hay que aclarar que la profesión de perito calígrafo no está regulada en cuanto a sus estudios, ya que no hay unas materias concretas y con una duración determinada como ocurre con las carreras o diplomaturas aprobadas por el Ministerio de Educación.

Lo que existen son cursos privados que, en ocasiones, se apoyan en diplomas que conceden algunas Universidades a través de centros con los que llegan a acuerdos en los cuales, esos centros (personas físicas, asociaciones) acuerdan dar una serie de clases de duración determinada (según la Universidad) a través de una facultad que pone las aulas y el diploma (de la universidad que lo tramite).

Estos diplomas sólo sirven para conceder créditos, pero, lo que en ellas se aprende, no suele ser nunca suficiente y tampoco es igual en todas partes. Por todo ello, nos podemos encontrar con futuros profesionales cuyos conocimientos pueden ser limitados, normales, básicos, insuficientes o no adaptados a la actualidad. Todo dependerá del interés que tenga la persona en ampliar los conocimientos antes de ponerse a ejercer.

Esto implica que, a la hora de buscar un perito calígrafo nos encontremos con un número muy elevado de ellos, pero, de los que no sabemos nada, si son buenos o malos profesionales en su trabajo.

Por ello, a la hora de elegir un perito profesional que nos pueda ayudar en un caso, de cuyo resultado dependerán los conocimientos que tenga y la forma de elaborar el informe y su actuación en la sala, deberemos saber cómo trabaja, ver un tipo de informe, saber su calidad en el trabajo, su solvencia profesional, su seriedad y su experiencia y conocimientos.

Lo que nunca se debe hacer es buscar el perito que sea más barato, ya que, a lo peor, puede resultar más caro de lo que uno se piense, dependiendo de lo que haya en juego.

“Barato, ta: Dicho de una cosa: adj. Vendida, comprada u ofrecida a bajo precio. Que se logra con poco esfuerzo. (Diccionario de la RAE).”

En cuanto a los conocimientos del profesional, va a depender de lo que necesitemos (cotejo de firmas, autoría de anónimos, autoría de texto mecanografiado, análisis de testamento ológrafo o manuscritohttps://periciacaligrafica.es/servicios/testamento-olografo-manuscrito/, capacidad mental del autor del testamento ológrafo o manuscrito, etc.) ya que dichos conocimientos no se limitan a un simple curso, tiene que saber un poco de casi todo, es decir, algunos conocimientos de “derecho” (lo justo para saber lo que afecta al perito, así como los asuntos que se llevan según que tipo de juzgado, Social, Civil, Instrucción etc); un poco de informática, los conocimientos y uso avanzado de software necesarios en su trabajo; un poco de fotografía, para una correcta realización de las fotos de los documentos y de todo aquello necesario para una correcta elaboración del informe.

También tiene que saber expresarse en público, el dominio de la oratoria con seguridad y aplomo no solo es conveniente, sino fundamental para las preguntas que le serán formuladas en la Sala.

Son esenciales los conocimientos de “grafopatología” puesto que en alguna ocasión surgirá un informe sobre la capacidad de la persona para realizar un testamento ológrafo o manuscrito, o para distinguir un texto falsificado del que no lo está ya que, a lo mejor, uno de los autores padece una patología que se puede detectar por la escritura y otro no la tiene. No siempre es todo necesario, pero en algún momento puede tener uno necesidad de alguno de esos conocimientos y ahí va a ser donde veamos la diferencia.

También conviene saber que las listas de peritos calígrafos que podemos tener a nuestra disposición en los juzgados, no implican que necesariamente todos los que figuran en esas listas tengan que tener grandes conocimientos de la materia, ya que, al igual que con los cursos, cualquier grupo de personas puede crear una asociación para presentarse con su propia lista en los juzgados y así realizar algún trabajo al ser designado para algún asunto, ya que de forma privada a lo mejor no tendría ningún trabajo.

Por otro lado, también hay que tener en cuenta que un perito profesional debe de estar de alta tanto en Hacienda como en la Seguridad Social, sino, hay que reconocer que, aparte de estar defraudando, no es un profesional de verdad y de esto hay mucho.

Espero que este artículo pueda resolver alguna duda a quien busca un perito calígrafo profesional y no se arrepienta de su elección, ya que hemos visto muchas veces venir a nuestro gabinete a clientes que contrataron los servicios de un perito que vieron en un anuncio y después de haber pagado el trabajo se encontraron con la sorpresa de que era un desastre, bien porque su informe no estaba nada claro, porque había muchos errores o porque carecía de toda fiabilidad, no sirviéndoles de nada y teniendo que ponerse a buscar otro perito, muchas con el tiempo apremiando, y con un gasto imprevisto.

(Artículo escrito por D. Luis Ángel Santa Cruz Simón)